Historia del Economato

Nos lanzamos a esta “aventura” confiando en las palabras del Señor: “Lo que hagáis a uno de estos más pequeños a Mí me lo hacéis”.  Cualquier cosa que hagamos por los pobres Dios lo bendice.  Pusimos el Proyecto en manos de la Virgen y, como D. Bosco podemos decir que, desde el inicio “Ella lo ha hecho – y sigue haciéndolo – todo”.

En el 2009 la crisis económica ya empezó a golpear a los sectores más débiles de la sociedad. Nos encontramos con la pobreza, el hambre, el abandono, la soledad, la marginación, la ruptura en la pareja, la desestructuración familiar, la desesperanza… el paro… Tocamos las situaciones de injusticia y desvalimientos en los que se encuentran los hombres y mujeres de las periferias, las zonas denominadas de “atención preferente”, en riesgo de “exclusión social”.

Habían  aumentado las «bolsas de pobreza» existentes en nuestra ciudad, llevando a las familias a una situación crítica como es la de no poder cubrir las necesidades básicas de alimentación e higiene.

La respuesta a esta situación fue la creación de un Economato Solidario que cubriera las necesidades básicas de las familias.

¡Y el sueño se hizo realidad!  El 1 de octubre del 2010 se inauguró el Economato Social “María Auxiliadora” en la calle Gólgota, 18 (Sevilla). Recorrimos un camino en el que la solidaridad fue el eje principal: socios, donativos, entidades financieras, instituciones,… entre todos, en unos meses, el Economato estuvo preparado para acoger a las 30 primeras familias procedentes de zonas marginales de Sevilla. A partir de ahí, las Cáritas, Hermandades, Fundaciones,… comenzaron a utilizar este recurso para sus “familias”.

La acción social dirigida a una población carente de recursos para cubrir las necesidades básicas se puede realizar de varias formas: bolsas de alimentos, reparto en determinadas ocasiones, entrega de vales para la adquisición de artículos concretos…  concebimos que la creación de un economato y el sistema de ayuda que se puede prestar a los usuarios, dignifica a la persona ya que, al entrar en el local, encuentra un supermercado en el que puede elegir los artículos que mejor considere para  su familia, son acompañados por voluntarios que les asesoran y se interesan  por ellos. Una vez realizada la compra, pasan por caja y abonan la compra.